Porco Celta

Porco Celta: El Sabor Intenso de la Galicia Autóctona
El Porco Celta es la raza porcina más antigua y auténtica de Galicia. Tras estar al borde de la extinción, hemos recuperado esta joya gastronómica para ofrecerle una carne con un perfil de sabor único, muy diferente al cerdo blanco convencional.
Crianza en Libertad y Alimentación Natural
La clave de la calidad de nuestra carne de Porco Celta reside en su estilo de vida:
- Crianza Extensiva: Los cerdos de raza Celta se crían en libertad en los soutos (bosques de castaños y robles) y pastos gallegos. Están perfectamente adaptados a la climatología y a la orografía gallega, lo que contribuye a su desarrollo muscular y a la calidad de la carne.
- Crecimiento Lento: Su lento crecimiento (casi 15 meses hasta el sacrificio, frente a los 6-8 meses del cerdo industrial) y su continuo ejercicio físico aseguran una carne más roja y un bajo contenido en agua.
- Dieta Gourmet: Su alimentación se basa en los recursos naturales de la dehesa gallega, como castañas, bellotas y hierbas silvestres. Esta dieta natural es la responsable directa de su perfil de grasa y de su sabor intenso e inconfundible.
💎 ¿Qué Hace Única a la Carne de Porco Celta?
El Porco Celta no solo es un producto con historia; es una experiencia gastronómica superior:
- Infiltración de Grasa (La Clave del Sabor): La grasa del Porco Celta está más infiltrada en el músculo que en otras razas. Esta grasa intramuscular se funde al cocinar, aportando una jugosidad y un sabor fuerte y aromático que no tiene parangón.
- Textura y Consistencia: La carne es firme y posee una ternura y cremosidad excepcionales, ideal para la parrilla o la cocina tradicional gallega.
- Carnes Cardiosaludables: Su alimentación natural resulta en un elevado contenido de ácidos grasos esenciales de tipo insaturado (los llamados cardiosaludables), además de ser fuente de hierro, vitaminas (como la Vitamina E, antioxidante) y minerales esenciales como el zinc y el selenio.