Descripción
El Capón de Vilalba se cría al aire libre con una alimentación natural a base de cereales durante 7 a 9 meses. Disponen de zonas de campo a su disposición para que su cría se lleve a cabo de la manera más natural.
El proceso de ceba del Capón de Vilalba es totalmente artesanal, el secreto de su calidad radica en su cuidada alimentación y manejo. La tradición marca que los capones se encierren en las «capoeiras» el día de San Martín (11 de noviembre). Una vez dentro se les da de comer una pasta o «amoado» hecha con maíz del país metida en agua hirviendo. A esto también se le añade patata o castañas cocidas y yema de huevo. Estos ingredientes repercuten directamente en la calidad final de la carne del Capón de Vilalba, así como también en el color de su piel, que adquiere una tonalidad dorada.
Cada criador sacrifica y prepara sus capones en una operación que se realiza con el máximo esmero y cuidado, repasando cada paso con el fin de comprobar que no quede ningún resto de plumaje o vísceras.
Para su comercialización, el Capón de Vilalba se adorna de manera especial, colocando su propia grasa por encima de él, grasa que nos servirá para su cocinado. Finalmente los capones se venden en la feria anual (siempre el domingo más cercano a a nochebuena) en torno al 21 de diciembre, el día de la Feria del Capón de Vilalba.
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