Descripción
El unto gallego de cerdo es la gordura o grasa blanca que recubre las tripas del intestino delgado del cerdo. Para la conservación del unto este se extiende, se le echa sal gorda y después se enrrolla sobre sí mismo haciendo una especie de hogaza que se ahuma y se deja curar, adquiriendo su característico tono amarillento. Una vez maduro se utiliza en ciertos platos gallegos, sobre todo, para sazonar el caldo, que así está mucho más sabroso.
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